El perro
Carlos Conde
7/31/20251 min read
Sentado detrás de la casa, con manchas de tierra en la ropa, sostengo tu cabeza en mis manos antes de arrojarla al hoyo: Me dijiste que te ibas. De ninguna manera; aquí yo soy la ley. Extrañaré tu cuerpo, tu belleza, el placer, sí, pero nunca me dejarás. Siempre tendré tus huesos en mi jardín para cuando se me antoje roerlos.