El amor, ante todo
Carlos Conde
8/18/20251 min read
Siempre me han gustado sus manos, la elegancia que no pierde ni cuando está agitada, la sonrisa ligeramente irónica que acompaña a su expresión de determinación. Nada me hace más feliz que su felicidad.
Admiro también su creatividad, su habilidad, por ejemplo, para hallar usos sorprendentes para las cosas cotidianas, como ahora… Tendido en el suelo, la contemplo –nunca me había parecido tan hermosa– mientras sostiene sobre mí unas tijeras, de las que resbalan, lentamente, unas gotas rojas.