Camionero
Carlos Conde
7/31/20251 min read
Escucho risas. ¿Qué fue ese sonido? No debería manejar con sueño.
Tantos años sin accidentes, retrasos ni percances de ningún tipo. Hasta hoy. Mi hija murió recientemente: leucemia. El patrón apenas me dio unos días para el funeral y el entierro. Me mandó de nuevo a un viaje. Importantísimo, dijo. Casi no había podido dormir. A medio camino, en la sierra, de repente abro los ojos y veo un niño en medio de la carretera. Contra las indicaciones del patrón, volanteo. Se asusta, pero nada más. El camión se despeña. Ahora, camión, carga y yo somos un solo despojo retorcido y humeante. No siquiera siento dolor. Solo veo a mi hija… jugando.